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CRES 2018

El conocimiento, un bien público y motor del desarrollo

Las dos primeras jornadas fueron de intenso trabajo para los asistentes, que sesionaron en distintas modalidades de debate.

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Dos conferencias magistrales, siete simposios, catorce mesas de debate, presentaciones de libros y reuniones de universitarios de distinto nivel son apenas una parte de las dos primeras jornadas de la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018) que se está desarrollando en la ciudad de Córdoba. La otra parte, la que subyace en todo lo que se ha dicho hasta ahora, es el verdadero saldo parcial de este encuentro. Nuevas ideas y la reformulación de algunas otras de las que ya se venía hablando no sólo desde Cartagena de Indias, sino mucho antes, han cobrado tal magnitud que sin duda nada volverá a ser igual luego de esta CRES 2018. Tal vez uno de los nuevos conceptos que se proponen suma valor a la afirmación por todos aceptada acerca de que la educación superior es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad del Estado: ahora, se la reconoce y se la sostiene, además, como motor del desarrollo de un pueblo. A esta idea, una de las más presentes a lo largo de las dos jornadas, se suma el protagonismo asignado a la extensión universitaria, otro de los principios enarbolados por la Reforma de 1918. Desde Boaventura de Sousa Santos en la conferencia inaugural (“Es tiempo de comenzar a hacer extensión al revés: es tiempo de incorporar a las universidades los saberes de los pueblos” y también “Toda extensión que se hace por dinero no es extensión: es prostitución”) hasta Sanie Romero de Velazquez, rectora de la Universidad Iberoamericana de Paraguay (“La extensión es la verdadera y real responsabilidad social de los universitarios”), pasando por los distintos debates en que se sostuvo que “la enseñanza, la investigación y la extensión no se pueden disociar”, la extensión universitaria estuvo en el centro de la escena. La ceremonia inaugural tuvo muchos momentos vibrantes. El discurso inicial de Francisco Tamarit, coordinador general de la CRES 2018, y su llamado a que “si hay que terminar con algo, terminemos con la pobreza, nunca con la universidad”, fue uno de estos momentos. Un deslucido discurso del intendente de Córdoba, Ramón Mestre y un discurso imposible del ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, fueron lo siguiente. A Finocchiaro lo abuchearon desde el principio hasta el final, lo que no impidió que terminara con la lectura de lo que había llevado preparado. Luego siguieron las intervenciones muy celebradas de Stefanía Giannini, por UNESCO; de Pedro Henríquez Guajardo, director de IESALC y de Hugo Juri, rector de la Universidad de Córdoba. La parte artística del acto tuvo destacadas presencias, todas muy aplaudidas. La orquesta de instrumentos autóctonos de la UNTREF, el conjunto cordobés Vivi Pozzebon y las Tamboreras y la cantante formoseña Charo Bogarín captaron toda la atención el público, para dar paso luego a la conferencia de Boaventura de Sousa Santos, que no tuvo desperdicio. Cada palabra fue valiosa, pero si algo debe quedar en la memoria es el concepto final, en el que el portugués hizo un llamado a las universidades “a empezar a hablar de pluridiversidad y más aún: de subversidad”. Este también fue el eje de su segunda conferencia, durante la presentación del libro del mismo nombre, en el que se reflejan los testimonios de los distintos movimientos que participan de la Universidad Popular de los Movimientos Sociales, una revolucionaria experiencia de aprendizaje. En los días que quedan, las distintas opiniones y aportes vertidos en mesas y simposios serán reunidas en una nueva declaración, que será la conclusión de la CRES 2018. Y esta será, sin duda, la mejor forma de celebrar un centenario que es mucho más que una fecha: para muchos, es comenzar a saldar la deuda que todos los universitarios mantenemos con 1918.