La Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) de la UCA indica que en cuanto a niños y niñas en Argentina en 2017 hubo un “déficit alimentario total de 17,6%, y 8,5% en su nivel más grave”. Respecto del derecho a la salud, el informe detalla que “las disparidades sociales regresivas para los sectores sociales más vulnerables respecto de los niños/as en estratos medios profesionales son de 3 y 2 veces”. Por otra parte, el informe habla de que la pobreza aumentó un 62,5 por ciento y hay 8 millones de niña/os privados de algún derecho. “Esto quiere decir que esos chicos tienen déficits alimentarios muy fuertes. Hay alrededor de un 5,5 por ciento de chicos que no tienen acceso a alimentación. Se llega a esto porque tenemos una serie de políticas públicas que ha deteriorado el ingreso de las familias y, por lo tanto, el acceso a bienes básicos, como una canasta de alimentos. No estamos hablando de ropa o de otras necesidades que también son básicas. También estamos hablando de la falta de acceso a la educación y a Internet, por ejemplo, desde la caída de una política pública como el Conectar Igualdad”, dijo Delia de la Torre, docente e investigadora jubilada y actual directora de la Maestría en Políticas Públicas y Territorio de la UNSJ. De la Torre explicitó que “para llegar a esto, las políticas que se llevaron adelante son una fuerte devaluación del peso desde diciembre de 2015, que es de alrededor del 120 por ciento. Esto tiene una influencia directa en el poder adquisitivo de los salarios o ingresos que pueda tener cualquier familia. Además hay que mencionar el aumento exponencial de las tarifas y los accesos a la salud. Además hay que decir que aumentó la tasa de desempleo. Es cierto lo que dice el Gobierno sobre aumento del empleo, pero eso se dio fundamentalmente por los nuevos monotributistas, cuyos trabajos son de baja calidad. Hablamos de una serie de medidas que fueron deteriorando el poder adquisitivo”. “Para 2018 –finalizó Delia de la Torre-, la UCA hizo una proyección de un aumento de 250 mil niños más debajo la línea de pobreza. Esto es casi inédito en Argentina”. “Esta cifra de 8 millones de niños son niños reales, concretos, que sufren, que tienen carencias y que luego van a ser adultos con deficiencias hasta cognitivas”.