Un equipo del Gabinete de Investigación (GEICOM) del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales, dirigido por el Dr. Daniel Gimeno, colabora con el Museo de la Historia Urbana en un trabajo conjunto con el barrio Ferroviario Norte, conocido como Villa La Puñalada.

El equipo de investigación se ocupa de estudiar configuraciones urbanas en la ciudad de San Juan y sus sentidos: “Nuestro proyecto de investigación estudia las resignificaciones que los sanjuaninos y sanjuaninas, y también los visitantes, van haciendo de los espacios públicos. Y también vemos cómo las políticas públicas culturales se van resignificando por parte de los ciudadanos y cómo se ponen en tensión”, explica.

En este contexto, se puso la mirada sobre el Museo de la Historia Urbana (MHU) que está ubicado en el diseño urbano conformado por el eje cívico institucional y cultural (desde la manzana del Teatro Bicentenario hasta el Auditorio Juan Victoria). “En un sector de este eje hay un “socio hito urbano" que es este Museo y nos encontramos que allí se están realizando actividades muy interesantes de apertura a la comunidad”, dice el investigador. “Comenzamos a trabajar con la directora del Museo, Natalia Segurado, para hacer un trabajo colaborativo de aporte teórico y metodológico de lo que se hace en el Museo”.

De este modo, el equipo de investigación intervino en “Mi barrio, ecosistema de sentidos. Barrio Ferroviario Norte: historia y tradición”, un proyecto que había sido elaborado por el equipo del MHU de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Capital y que resultó beneficiado para recibir financiamiento (de las Fundaciones Grupo Petersen y Fundación Banco San Juan) y ser ejecutado durante este año. 

Ese proyecto se propuso que los mismos vecinos y vecinas de este barrio centenario y próximo al eje cívico-cultural, contara su historia y vivencias. Como resultado, el Museo expone durante todo diciembre ese trabajo entre la comunidad del barrio, el equipo del Museo y el de investigación de la FACSO.

En la muestra puede verse “todo lo trabajado en historia del barrio y tradiciones, en olores, sabores y melodías. Todo eso se lleva como patrimonio al Museo. Es una exposición innovadora y muy rica, con prácticas novedosas y emergentes”, agrega Daniel Gimeno.