NOTICIAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

  • Información publicada por: Fernanda Borcosque
  • Fecha 27/10/2017

REVISTA LA U

1943 y el reformismo

Año importante para el movimiento reformista: se definen algunas posiciones históricas que perdurarán un tiempo.

En esta "Crónica de la Reforma Universitaria", Elio Noé Salcedo cuenta sobre este periodo histórico.

El año 1943 resulta importante en la historia del movimiento reformista pues en ese año se definen algunas posiciones históricas que perdurarán más de una década.
Para el 4 de junio de 1943, el Partido Demócrata había convocado a su Convención para proclamar el nombre de Robustiano Patrón Costa a la presidencia de la Nación. La Cámara Británica de Comercio anunciaba la realización de un almuerzo en su honor para el 10 de junio. Ya el 3 estaba redactado un decreto del Poder Ejecutivo autorizando un aumento de cinco centavos por kilo de azúcar para que el país costeara los gastos de la campaña presidencial del magnate azucarero.
Por su lado, si al morir Alvear en marzo de 1942, Justo aspiraba a otro período presidencial con el apoyo de los radicales, la muerte de Justo en enero de 1943 inspiró en el radicalismo, huérfano de sus dos líderes históricos, la organización de la “Unión Democrática Argentina”. Se trataba de llegar a un entendimiento general con socialistas y demócratas progresistas (los comunistas tenían un papel protagónico en las negociaciones a pesar de su ilegalidad formal) para elegir una fórmula presidencial mixta.
Pero el 4 de junio de 1943, la musa de la Historia no tuvo más paciencia, pateó el tablero e hizo entrar a los nuevos actores en escena.
La resistencia al golpe presentaba un dilema casi insoluble: democracia o dictadura. Ahora bien, ¿se trataba de cualquier tipo de democracia, aunque ésta fuera una democracia fraudulenta, proscriptiva, entregadora y hambreadora o, por el contrario, se trataba de terminar con el fraude, la entrega del país, las proscripciones y el hambre de la década anterior? Se trataba en todo caso de elegir entre democracia fraudulenta y democracia genuina, y no era lo que había tenido el país precisamente en los últimos 13 años. En definitiva se trataba de retomar la senda de 1916 y 1928 o de seguir con la lógica de 1930, 1932, 1938, es decir con la “década infame”. [...]

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