Laura Garcés, autora de un libro sobre la Asignación Universal por Hijo, da su punto de vista sobre la ola de reivindicación de esa política.
Uno de tantos títulos que aparecieron en los últimos días en los grandes medios de comunicación en el país en referencia a la Asignación Universal por Hijo (AUH) era que se rompía o se caía un mito, en alusión a la (ahora caída) idea instalada en el imaginario social que sostenía que las mujeres se embarazaban para cobrarla. Al respecto, Laura Garcés, docente e investigadora de la UNSJ, doctora en Ciencias Sociales y autora del libro “Las condicionalidades de las políticas sociales. Una perspectiva relacional de la Asignación Universal por Hijo”, dijo en una entrevista para el canal Xama que esos títulos de los grandes medios representan “cuanto menos una descalificación a las universidades públicas, desde las cuales hace diez años venimos investigando sobre la Asignación y otras políticas sociales, o a investigadoras e investigadores del CONICET, quienes veníamos construyendo datos e incluso la misma ANSES los construía; entonces eran datos de los que disponíamos”.
La investigadora señaló, reproduciendo informaciones de grandes medios, que en la actualidad el 93 por ciento de las y los beneficiarios/as de la AUH tiene hasta tres hijos y más de la mitad tiene sólo un hijo. “Esos son los datos que ahora los medios dan a conocer y se erigen en una especie de portadores de la verdad para, supongo, legitimar otras cuestiones que no tienen que ver con la AUH propiamente dicha. Ahora, ese mito que se estuvo sosteniendo hasta que lo desmitificaron, sirve para algo”, adujo. En ese marco recordó y citó textualmente a un encumbrado empresario que en 2016 dijo que “las chicas de 14 años se preñan para cobrar unos mangos”. “Después pidió disculpas por la palabra ‘preñan’, pero no se dio por aludido de que las críticas (recibidas) también eran por eso de que se embarazan para recibir la Asignación. Los empresarios recibieron históricamente subsidios del Estado o transferencias vía subsidios, pero esos subsidios no son los cuestionados, se cuestionan sólo las transferencias que reciben los sectores en situaciones de pobreza. Y esto sirve para legitimar la implementación de políticas de ajuste en los sectores de los trabajadores o de aquellos que están en situación de desempleo o empleo informal. Entonces el mito tiene usos, pero la pregunta es cuáles son las transferencias que cuestionamos”, se explayó la científica.
“No es un programa social”
Laura Garcés, directora de la Maestría en Políticas Sociales explicó que la AUH, a diferencia de todas las políticas de transferencia de ingresos de América Latina, tiene la particularidad de que está inserta en la Ley de Asignaciones Familiares. “La AUH es una modificación, una introducción a la Ley de Asignaciones Familiares que existe desde 1959. Es una extensión de un derecho, que antes sólo tenían los hijos de los trabajadores formales, a los hijos de los trabajadores informales o de desocupados. Pero no es programa social destinado a la pobreza, sino que se modificó la Ley de Asignaciones Familiares”.
“Resaltar aspectos positivos”
La científica atribuyó las informaciones de los medios de comunicación sobre “la caída del mito de la AUH” a operaciones situadas en un escenario preelectoral. “Es necesario captar votos y otorgar cierta legitimidad a las políticas, en este caso, a la Asignación, que es una definición política del gobierno anterior y que fue muy criticada, pero ahora es necesario resaltar sus aspectos positivos. No es casual que en estos momentos salgan a decir lo que nosotros dijimos en 2016, que lo que dijo el empresario no era así, que los datos estaban. Tres años después curiosamente los medios desmitifican", apuntó.