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Ministro de Ciencia de la Nación

“La información que publica ahora The Lancet fue la base por la que la ANMAT aprobó en diciembre la vacunación”

Roberto Salvarezza se refirió a la publicación de la vacuna Sputnik V en la prestigiosa revista científica y a las vacunas de las universidades nacionales.

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Imagen: Telam

Recientemente The Lancet, la publicación valorada y respetada por el cuerpo científico mundial, dejó sentado que la vacuna Sputnik V, elaborada en Rusia por el Centro Nacional Gamaleya, y que ya empezó a aplicarse en Argentina, tiene una eficacia del 91,6 por ciento frente al virus Covid 19. Se trató de un hecho habitual en el mundo de las altas investigaciones, sólo que esta vez -pandemia, temor, rutilantes noticias falsas y prejuicios de por medio- la publicación vino a romper las más espurias especulaciones sobre el antídoto ruso. Al respecto habló con Prensa de la UNSJ el ex presidente del CONICET y actual ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza.

- ¿Desde las distintas esferas de la administración del Estado, pero sobre todo desde el Ministerio de Ciencia, ustedes no tenían duda alguna sobre la vacuna?

-Desde el punto de vista técnico nosotros no teníamos ninguna duda de que la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) había recibido toda la información que ahora ha sido publicada. Esa información fue la base por la cual el organismo regulatorio aprobó en diciembre la vacunación en el segmento 18-60 años y luego lo extendió a los mayores de esa edad, por encima de los 60 años. Ahora esa misma información ha sido publicada en una revista internacional, lo cual permite que toda comunidad científica pueda analizarla.

- ¿Esperaban un porcentaje así de eficacia?

-Los datos presentados son concluyentes. Se trata de una vacuna segura y eficaz para todos los adultos mayores 18 años. Cabe recordar que ya en septiembre pasado se había publicado en la misma revista el ensayo fase 1 y 2, que en un número reducido de participantes demostraba que la vacuna aumentaba el número de anticuerpos y la inmunidad celular y, además, era segura.

- ¿A partir de esa publicación la vacuna podría ser más demandada en el mundo y complicarse el acceso a ella?

- Ya había interés por esta vacuna previo a la publicación en The Lancet. Merkel lo había manifestado en conversaciones con Putin. Además, Oxford-Astrazeneca se acercó al Instituto Gamaleya para combinar ambas vacunas y realizar un estudio clínico con el fin de aumentar la eficacia de su vacuna. Por lo tanto, considero que la reciente publicación en The Lancet no perjudicará las posibilidades de que Argentina acceda a las dosis que se habían estipulado en los contratos. Nuestro país ha construido un vínculo importante con Rusia a través de la confianza que ha depositado en la vacuna Sputnik V. Confianza que ha sostenido a pesar de los embates de la oposición política.

- Entonces las dosis seguirán llegando…

-Estimo que las dosis van a llegar a pesar de esta demora que no sólo ocurre con Sputnik V, sino que ocurre con las entregas de todas las otras vacunas. Por ejemplo, estos días Italia amenazó con iniciar una demanda a Pfizer por la demora en las entregas de su vacuna. También estuvo la discusión entre la Unión Europea y Astrazeneca por las demoras en las entregas de la vacuna de Oxford que habían sido comprometidas en su momento y que no llegaron.

- ¿Cómo va el desarrollo de las vacunas en Argentina contra el Covid?

- Argentina tiene dos vacunas desarrolladas por las universidades nacionales: una es la Universidad de San Martín y otra es la Universidad del Litoral. Ambas utilizan proteína recombinante como plataforma. La misma estrategia que utiliza Novavax, una empresa norteamericana cuya vacuna en Fase 3 demostró una eficacia del 89 por ciento. Las vacunas argentinas están aún en fase preclínica.

- ¿No se pueden establecer fechas?

- Todavía no se puede hablar de fechas. Estamos tratando de impulsarlas, tratando de buscar socios que permitan hacer que la producción de esas vacunas se pueda hacer bajo buenas prácticas y condiciones de producción. Pasar de un proyecto de laboratorio a fase clínica requiere de asociarse a laboratorios y conseguir inversores. En el Ministerio de Ciencia estamos interesados en impulsarlas porque esa capacidad de aprendizaje que adquiriría la Argentina sería muy importante. Sabemos que somos capaces de fabricar vacunas y un ejemplo es la vacuna de Oxford-Astrazeneca, que se está fabricando en Garín, en la planta de mAbxience. Pero se trata de una vacuna diseñada por la Universidad de Oxford y queremos que en un futuro podamos también producir vacunas diseñadas por nuestras universidades nacionales.

Entrevista y texto: Fabián Rojas