Luciana Narváez, doctora en Geografía, contó cómo fue su experiencia como egresada y su recorrido por la educación pública desde muy temprana edad. Además, agradeció a sus profesores, familia y el apoyo fundamental de políticas públicas que permiten la movilidad social ascendente.
La Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes (FFHA) de la
Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) abrió sus puertas para recibir y
agasajar a su segunda tanda de egresados/as de grado y posgrado.
En el acto, concurrieron autoridades de la UNSJ y de sus
diferentes unidades académicas, docentes y nodocentes, estudiantes y público en
general. Allí, el rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer, expresó un discurso a las/os
asistentes: “Todos ustedes han ratificado una vocación, la de buscar más
información y especialización. Hoy día el pregrado da una formación básica
general, pero necesariamente el posgrado es la manera de incorporar mucha más
información para poder tener una capacidad de entrega mayor a nuestros
respectivos ámbitos profesionales”.
La decana de la FFHA, Myriam Arrabal, dedicó unas palabras
de agradecimiento a las/os profesionales: “Este es un premio por la dedicación,
el esfuerzo de años de estudio y formación. Es una herramienta poderosa en sus
trayectorias, pero también una gran responsabilidad. Deben utilizar los nuevos
conocimientos y habilidades para contribuir a la mejora de la realidad local y
regional y generar un impacto positivo en la comunidad. Los sistemas educativos
están atravesando grandes modificaciones y el rápido desarrollo de la
tecnología y las nuevas formas de relacionarnos están impulsando constantes
cambios en la educación”.
A continuación, se entregaron menciones y títulos a cada
egresado/a de la unidad académica.
Por otro lado, Luciana Narváez, doctora en Geografía, indicó
su experiencia como egresada y su recorrido por la educación pública desde muy
temprana edad: “Realicé la primaria en mi querida “Justo José de Urquiza” y
finalicé el secundario en la Escuela Agrotécnica “Los Pioneros”. Desde el
primer año del secundario, mi profesora de Geografía, Margarita Cangealosi,
despertó en mí la curiosidad y el entusiasmo por la ciencia geográfica.
Recuerdo sus clases con enorme cariño; fueron el punto de partida de una
vocación que marcaría mi camino”.
Luciana indicó que, al terminar la escuela, tenía la
certeza de que quería ser profesora: “Gracias a la gratuidad de la Universidad
Nacional, pude continuar mi formación y, con esfuerzo y perseverancia, un día
me recibí de Profesora de Geografía y, poco después, de Licenciada”.
Durante todo su recorrido académico, la UNSJ la acompañó y
sostuvo con becas de fotocopias, transporte y ayudantías de segunda categoría: “Ese
apoyo fue fundamental, especialmente para quienes, como yo, provenimos de
hogares con recursos limitados, pero con un profundo deseo de superación y el
invaluable respaldo de nuestras familias. En mi caso, el apoyo de mi mamá fue
decisivo. Me enorgullece decir que soy la primera generación universitaria de
mi familia”, explicó la egresada.
A su vez, Luciana quiso destacar en su relato a una docente
que marcó profundamente su camino: “La profesora Silvia Cattapan, se convirtió
en un ejemplo y una guía, su dedicación y compromiso fueron una fuente
constante de inspiración”.
“Hoy, al recibir el título de Doctora en Geografía, siento
un orgullo inmenso, tanto personal como colectivo. Agradezco de corazón a mi
familia, a mis docentes, a mi director de tesis, Dr. Ernesto Torres, y a mi
codirector, Mg. Ing. Eduardo Márquez. Sin el apoyo, la confianza y la guía de
todos ellos, este logro no habría sido posible Y, por último, mi agradecimiento
más profundo a la Universidad pública y gratuita, que hace de la educación un
derecho y no un privilegio”, aclaró.
En cuanto a la investigación desarrollada en su tesis
doctoral, uno de sus aportes más relevantes fue la elaboración de modelos
predictivos de daños sísmicos, que permiten estimar la cantidad de personas que
podrían resultar afectadas, tanto heridas como fallecidas, ante la ocurrencia
de un terremoto. Estos modelos ofrecen información valiosa para planificar
medidas preventivas, optimizar la gestión del riesgo y fortalecer la
preparación ante emergencias. Esta investigación busca no solo comprender el
riesgo sísmico desde una mirada científica, sino también aportar herramientas
que ayuden a proteger vidas humanas y orientar políticas públicas más efectivas
en territorios vulnerables.