Esta Universidad trabaja para consolidar la integración territorial y ampliar el acceso a la educación superior, impulsando el desarrollo académico de la sede de la zona de Pan de Azúcar, aún sin estrenar. Gestiona con la intendencia y empresas mejoras en el camino de acceso.
Las
obras en el edificio de la zona de Pan de Azúcar en el departamento Jáchal, sede
administrativa de la Unidad académica Delegación Valles Sanjuaninos de la Universidad
Nacional de San Juan (UNSJ), están prácticamente terminadas. Esta
Universidad ahora se encuentra a la espera de los trabajos de mejoras al camino
que conduce a ese inmueble para poder habilitar plenamente su uso y comenzar a
desarrollar actividades académicas, de extensión y de creación a partir de 2026.
Así lo
manifestó recientemente la secretaria Académica de la UNSJ, Rosa Ferrer, quien destacó
la importancia estratégica de la nueva sede y el compromiso institucional por
dotarla de contenido académico permanente: “La idea es que tratemos, con
toda la comunidad sanjuanina y universitaria, de poner todas las actividades
académicas, de extensión y de creación en este edificio de la Sede Valles
Sanjuaninos. De esa manera vamos a llenar de contenido un espacio en el que
se ha hecho una inversión muy importante y que está en condiciones de poder
empezar a ser habitado para el año que viene”.
Ferrer
también señaló que, si bien el edificio está concluido y preservado, aún restan
resolver cuestiones clave de conectividad y accesibilidad: “Faltan algunas
otras cuestiones de conectividad y de accesibilidad; para eso debemos pedir
ayuda externa. Por supuesto este año no se puede iniciar actividad fija, pero
sí planificar para el próximo un calendario académico con propuestas de las
distintas unidades académicas”.
La
secretaria remarcó además la necesidad de asegurar el sostenimiento del camino
de acceso: “La idea es que tenga un mantenimiento continuo”.
“Que
el edificio ya tenga vida”, dijo el Rector
Por su
parte, el rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer, subrayó que el objetivo
institucional es poner en funcionamiento la sede durante el próximo año,
articulando acciones con municipios y empresas de la zona para mejorar la
accesibilidad y asegurar la continuidad del proyecto académico: “El objetivo
es que el año que viene el edificio ya tenga vida. Esto es responsabilidad de
toda la Universidad, de las unidades académicas que deben crear nuevas
carreras, además de las que ya están funcionando”.
Berenguer
recordó que recientemente se entregaron 40 títulos de tecnicaturas dictadas
en Iglesia y Jáchal, y que la intención es trasladar estas ofertas junto
con el Profesorado de Música Popular, carrera permanente de la zona. También
destacó el potencial del edificio como nodo de conectividad para estudiantes
sin acceso adecuado a equipamiento: “Aquí puede funcionar un nodo para
que el alumnado que no tenga accesibilidad o equipamiento en su domicilio pueda
estudiar en la sede”.
“No es
imposible”
Respecto
del camino, el Rector expresó: “Lo hemos transitado y, si bien no está en
las mejores condiciones, no es imposible. La idea es contar con movilidad
permanente entre la villa cabecera y la sede. Ya estamos articulando
acciones con el Intendente (Matías Espejo) y empresas vecinas para consolidar
el camino y avanzar en una conectividad óptima que permita instalar
definitivamente la sede”.