Todos y todas saben que una misma cosa puede recibir distintas denominaciones de acuerdo a las regiones, a los tiempos e incluso a los egos. Cada quien nombra. Los significantes varían. Es el caso de “buluquitas”, los frutos o esas bolitas verdes que nacen del árbol Paraíso, las que, pasados varios días, se vuelven marrones y rugosas. “Pelotitas” le dice la gente de a pie en San Juan; “Buluquitas”, le dicen en Córdoba.

Así tituló la periodista Susana Roldán, directora de Prensa Institucional de la Secretaría de Comunicación de la UNSJ, al conjunto 15 cuentos que presentó este 2025 en el concurso “San Juan Escribe” y por los que obtuvo una Mención Especial. En 2011 Susana escribió Buluquitas, ese cuento que narra cómo designar a las cosas con distintas palabras o signos “puede hacer que dos personas no se encuentren”, dice Susana.

Los 14 cuentos restantes son resultado de un concurso de cuentos que tuvo lugar durante la pandemia de Covid 19. “Los organizadores, de Buenos Aires, te proponían escribir, a lo largo de 14 días, un cuento diario. Para eso te daban una consigna a las 6 de la mañana y antes de las 12 de la noche tenías que subir un cuento a la plataforma bajo esa consigna que te habían dado. La consigna por supuesto todos los días cambiaba”, cuenta.

La organización llamaba “pesca del día” a esa tarea de escribir en un día una historia. Ahora, con perspectiva temporal, Susana asegura que el cuento que más le gustó escribir por aquellos días aciagos fue la que tenía que ver con el fin del mundo. La pregunta que se impone es si su profesión de periodista y comunicadora de tantos medios de comunicación (comercial e institucional) allanaron el ejercicio de “cronicar” cada día una historia. “Muchísimo”, dispara. Y sigue: “De hecho, me doy cuenta después cuando releo. Y mucho de los cuentos tiene la lógica de escribir crónicas periodísticas, con la descripción de tiempo y espacio”, especifica. Sincronía de literatura y realidad pandémica, el cuento del Fin del mundo, titulado “Justo ahora”, fue uno el más le gustó a Roldán. “A la protagonista el fin la sorprende en un supermercado chino”, describe.

Esperanza

“El día de la premiación una de las cosas que me sorprendieron fue la cantidad de jóvenes que participaron en el concurso y los y las que asistieron a acompañar a quienes habían ganado. Eso me da mucha esperanza porque más allá de la inteligencia artificial, me parece que hay una generación que va a seguir apostando a la lectura y a la escritura y creo que, si eso sucede, nos salvamos”, cierra la periodista y escritora.