Emilia Bustos nación en las filas de la UNSJ y ahora juega en uno de los equipos mas fuertes de la región.
El capítulo que comenzó a escribir este año Emilia Bustos será, sin dudas, donde inicia la historia de su vida junto al básquet, pero lejos de su familia y de su amada Universidad, el lugar donde aprendió a driblear, a tirar y también a robar pelotas, una de sus espacialidades como jugadora de la UNSJ. Esta temporada se mudó a Mendoza, donde defiende la camiseta de San José, en una de las Liga de Básquet femenina más competitivas del país.
Pero vamos hacia a tras, donde todo empezó no hace muchos años. Emilia integró un grupo que hizo bandera en la Universidad por el basquet femenino. Ella junto a Paz Zamorano fueron de las primeras en jugar con la naranja al mando del querido Rodolfo Luna, o El negro Luna como lo conoce todo el deporte de la provincia. Emilia contó en la Cátedra Deportiva (programa que se emite todos los días a las 13 en la Radio y el canal de la UNSJ) que "me formé en la U, mis primeros pasos competitivos los hice con el Negro, con Paz, fuimos llamando amigas. Por ejemplo, Guadalupe Fernández que nos dijo que quería jugar y la llevamos al equipo, asi se empezó a formar el básquet y ahora está conformado y nosotras fuimos parte de ese proceso de inicio".
Ella nos contó que ahora juega para el club San José, "era muy difícil dejar a las chicas, pero era una oportunidad para crecer y me costó mucho tomar esa decisión, no quería dejar el equipo, pero quería un básquet más competitivo y compartir el plantel con jugadoras de selección como ahora es algo muy lindo", expresó. Actualmente, ella trabaja en el club y está estudiando kinesiología, entrena todos los días entre una, y una hora y media.
También compartido que debe hacer cien conversiones diarias para la Super Liga, donde tiran todas, desde la que juega de pivot hasta la base. Además afirmó que el cambio ha sido significativo, San José es un club super formado "tenemos chicas de San Luis, de la selección de Bolivia que hacen todo de manera muy profesional. Los partidos se plantean de diferente manera y ellas se entrenan para aplicar la estrategia que la situación amerita, afirmó.-
La ex jugadora de Universidad está cumpliendo un sueño, siempre quiso estar en un básquet super competitivo y su entrenador Rodolfo Luna lo supo y él apoyó desde el principio. Ahora está en ese básquet que ella soñó estar y su vida dio un giro de ciento ochenta grados lo que no cambió es su entrega, lo deja todo en cada entrenamiento y obvio que cada partido siempre es especial para ella, así los juega, así lo siente.