NOTICIAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

  • Información publicada por: Fabián Rojas
  • Fecha 14/10/2025

Otro aporte del Instituto y Museo de Ciencias Naturales

Anteavis crurilongus, pequeño dinosaurio que da grandes pistas a la ciencia

Un equipo de investigación de la UNSJ descubrió en Ischigualasto una especie que muestra que los dinosaurios fueron abundantes y diversos antes de lo que se creía, y que su historia evolutiva estuvo muy influenciada por el clima. El hallazgo fue publicado por la prestigiosa revista científica Nature

Anteavis” significa en latín “antecesor de las aves”, porque este dinosaurio está en el linaje que da origen a las aves, y “crurilongus” significa, también en latín, “pierna larga”, ya que esta especie tenía la tibia mucho más larga que el fémur, relación, dicen los paleontólogos, que se da sólo en aves corredoras actuales. Aquellos animales seguramente también corrían rápido. Ricardo Martínez, paleontólogo investigador del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, no duda en calificar a “Anteavis crurilongus”, de una edad de 231 millones de años, como “un dinosaurio muy interesante”.

¿Por qué? Primero, porque este dinosaurio que medía alrededor de 1,20 metros de largo y de unos 8 o 9 kilos de peso, es uno de los más antiguos en el mundo. Y porque Anteavis tiene características de un neoterópodo, pero sin serlo, es decir, es más primitivo que aquéllos. Lo explica Martínez: “Hay una diversificación de los terópodos, que son dinosaurios carnívoros y bípedos, que se llaman neoterópodos, y son especies con una serie de caracteres evolutivos ya avanzados”.

Los primeros fueron pequeños 



De allí la importancia de Anteavis. Este animal muestra que ciertas características y adaptaciones las alcanzó la especie mucho antes de lo que se creía. Y fueron numerosos. “Los dinosaurios de pequeña talla eran los más abundantes que existieron en ese momento. La corriente actual de la ciencia respecto del origen de los dinosaurios es que empezaron siendo un grupo tremendamente minoritario y que después de 30 millones de años avanzaron hacia ser los más abundantes en los ecosistemas terrestres. Pero lo que nosotros mostramos con Anteavis es que este grupo de pequeña talla se originó en forma explosiva después de un período lluvioso de dos millones de años en la Tierra (conocido como el Episodio Pluvial Carniano). Eran muy abundantes y lograron desarrollarse gracias al paso de ese clima muy húmedo a un clima semiárido. Esto duró un par de millones años. Luego, otra vez cambios climáticos junto con actividad volcánica extrema produjeron otro ciclo húmedo que provocaron la casi extinción de estos animales. Después de 15 millones años volvieron a ser numerosos, pero como animales muchos más grandes”, enseña el paleontólogo Martínez, quien trabajó en esta investigación junto a Carina Colombi, Martín Ezcurra, Diego Abelín, Ignacio Cerda y Oscar Alcober.

Anteavis crurilongus fue hallado en San Juan, en la Formación Ischigualasto (conocida turísticamente como Valle de la Luna), unidad geológica que es una de las pocas regiones del mundo que conserva fósiles de los primeros dinosaurios. “Ischigualasto muestra como ningún otro lugar en el mundo no sólo los animales que vivieron hace 231 millones de años, sino también nos permite conocer cómo era el ambiente en el que vivían y qué cambios climáticos se iban produciendo durante ese tiempo”, explicó la investigadora Carina Colombi. El estudio se basó en una muestra de más de 2.400 fósiles vertebrados recolectados en ese sitio.


En Nature


Nature Ecology and Evolution, revista científica de prestigio internacional, da cuenta de este estudio que demuestra que durante el Triásico tardío los dinosaurios de menos de 30 kilos de peso ya mostraban una notable diversidad.


San Juan, región clave



El antecesor de las aves se suma a otros hallazgos de dinosaurios primitivos en Ischigualasto, como Eoraptor, Eodromaeus y Herrerasaurus que han cambiado la comprensión del origen de los dinosaurios. Estos animales han situado a San Juan como una región clave para el estudio de la evolución temprana de estos reptiles que dominaron el planeta durante más de 150 millones de años.

El holotipo de Anteavis crurilongus se encuentra resguardado en el Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan.