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Daños al ambiente

Los incendios y después

Justo Márquez, biólogo de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, explica qué sucede con los suelos luego de las grandes quemas.

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En la provincia de Corrientes ya está controlado un alto porcentaje de los focos de incendios: se habla de alrededor de un 80 por ciento. Es buena la noticia, pero bajo las cenizas persistirán por largo tiempo los daños. Corrientes fue agenda, pero los incendios por desmontes, sumados a las grandes sequías (se habla insistentemente de cambio climático pero también de ciclos solares que llevan a la escasez de precipitaciones), son habituales en el país. “El suelo pierde materia orgánica; esa materia es calcinada por las altas temperaturas. Por ejemplo, en los incendios de bosques de quebracho en nuestro país, la temperatura que puede tener el suelo es de 500 grados, con lo que no hay materia viva que pueda sobrevivir”, apunta Justo Márquez, docente de Biología en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ.

La quema de suelos genera la pérdida de sus nutrientes, su capacidad de infiltrar agua y de conservarla; además, se vuelven muy vulnerables a la erosión. “Eso provoca que las lluvias que caen después de los incendios arrastren material y contaminen las aguas, ríos y diques. Es muy complejo el impacto que genera el fuego”, manifiesta el biólogo.

Bosques y pastizales

Márquez señala que cuando los incendios son por quema de pastizales, práctica muy común en la actividad agrícola ganadera, y que se ve con asiduidad en San Juan, es diferente la consecuencia. “La vegetación que se ve en las sierras de Valle Fértil o Huerta de Huachi en Jáchal, por ejemplo, se ha moldeado por el fuego. Quien tiene ganado apunta a eliminar las leñosas, el matorral, y beneficia al estrato herbáceo, a los pastizales. El fuego le permite tener mayor cantidad de biomasa para el ganado. Ahí los pastizales responden, pero cuando hablamos de incendios de bosques es otra cosa”, distingue. Y agrega que ahora la gran sequía agrava la situación porque lógicamente el fuego tiene más capacidad de extenderse. “En todas las zonas boscosas es más difícil recuperar el suelo. Es mucho mayor el daño en un bosque que en un pastizal”, resalta el licenciado Justo Márquez.

Imagen de portada: Telam 

En galería de imágenes, Lic. Justo Márquez

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