En comunicación telefónica con “Universidad en Vivo”, noticiero de Xama – Señal UNSJ, el reconocido analista internacional Pedro Brieger se refirió a la crítica situación económica y social que por estos días vive Ecuador. Los conflictos aparecieron luego de fuertes tarifazos, con aumentos del 100 por ciento de los combustibles y pesados ajustes realizados con la anuencia del Fondo Monetario Internacional (FMI). El país sudamericano presidido por Lenin Moreno adoptó el toque de queda luego de que manifestantes tomaran ayer el edificio del Congreso al grito de "¡Fuera Moreno!". De esta manera, el Decreto Ejecutivo 888 estableció que por treinta días no se podrá circular en horario de 20:00 a 05:00, de lunes a domingo, en áreas aledañas a edificaciones e instalaciones estratégicas. “Lo que estamos viviendo ahora es una segunda revuelta en América del Sur contra las políticas neoliberales en apenas dos meses. La primera la vimos el 11 de agosto en Argentina, que se reflejó en las urnas. Ahora lo vemos (en Ecuador) a través de las calles”, reflexionó el analista.

En esa línea Brieger sostuvo que Argentina y Ecuador son países muy importantes para el Fondo Monetario Internacional, “de un Fondo que ha elogiado las políticas de ajuste y que, más allá de los eufemismos que utiliza para tratar de decir que en realidad eso ayuda a la mayoría de la población, lo que la población siente, percibe en la vida cotidiana, es que esta política de ajuste la afecta”, explicó. “En Argentina –agregó- hubo una votación muy clara en contra de las políticas de ajuste, aplicadas por el presidente Mauricio Macri, y en Ecuador, al no haber posibilidades de urnas ahora, se está viendo a través de una revuelta popular también en contra de las políticas de ajuste del FMI, y por eso no es casual que aparezcan expresiones muy claras en contra del Fondo Monetario Internacional”.

El presidente Moreno, a raíz de las protestas, trasladó la sede de su Gobierno desde Quito a Guayaquil, donde ayer se reunió con los poderes del Estado para analizar la difícil situación que atraviesa el país. “El presidente Moreno lo justificó diciendo que tiene las atribuciones por estado de excepción de trasladar la sede de Gobierno hacia Guayaquil, cosa que es verdad. Pero lo cierto también es que es un signo de debilidad trasladar la sede de Gobierno desde el palacio donde siempre funciona y donde hay gigantescas marchas en su contra. Lenin Moreno básicamente lo que hace es acusar a los seguidores de (el ex Presidente) Rafael Correa de estar detrás de estas movilizaciones, sin mencionar siquiera que estas movilizaciones exceden largamente a Rafael Correa y sus seguidores porque (en ellas) están los movimientos indígenas que han sabido estar muy enfrentados con el propio Correa. Las consignas son muy claras, son en contra del paquetazo, la política de ajuste que está implementando Moreno; además, con la paradoja de decir que las políticas de ajuste van a favorecer a las inmensas mayorías”, analizó Pedro Brieger.