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Advierten a productores

Chicharrita del maíz: una nueva plaga

Afecta directamente a la producción, por lo que se está trabajando para lograr una cura y nuevas genéticas que sean resistentes al vector.

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Los cultivos de maíz están corriendo un gran riesgo en Argentina producto de una nueva plaga: la Chicharrita del maíz. Varios institutos de investigación están trabajando a contrarreloj para encontrar la cura y detener las pérdidas en la producción.

Agustín Recabarren, ingeniero Agrónomo y docente de la Cátedra Protección Vegetal de la Universidad Nacional de San Juan, explicó que la chicharrita del maíz es una plaga que ha estado presente en Argentina hace varios años afectando exclusivamente el cultivo del maíz.

Tiene la particularidad que produce virosis, esto significa que es una plaga que al picar un maíz transmite el virus a esa planta. El Ingeniero aclaró que no hay peligro de contagio entre cada planta, sino que la presencia de un vector transmite el virus de planta en planta.

Esta plaga se volvió más peligrosa en las últimas campañas por los cambios climáticos que están aconteciendo: “Los inviernos han sido más cálidos, no ha habido tantas heladas por lo tanto el vector ha sobrevivido”, indicó Recabarren. Esto, sumado a la sequía que sufre la región, ha producido un riesgo en la producción de maíz, que además de producirse para consumo interno, se exporta a otros países del mundo: “Muchas provincias argentinas están declarando emergencia sanitaria por esta problemática que está causando pérdidas históricas”.

El especialista comentó que la chicharrita comenzó afectando el noroeste argentino y de allí se fue expandiendo: “En esa zona hay mayor tiempo con temperaturas cálidas, por lo que hay más riesgos de que la plaga sobreviva. Por eso las zonas que están más al sur, con menor temperatura, son las menos problemáticas”.

Si bien en San Juan este tipo de cultivo es menor, hay aproximadamente 200 hectáreas de cultivo de maíz y los productores están pasando por una situación grave: “Una vez que el virus está instalado en el lote no se puede eliminar y su dispersión avanza muy rápidamente. Por más que se controle el vector no se llega a solucionar el problema”.

Recabarren explicó que esta plaga afecta directamente al rendimiento del vegetal, ya que no deja que se trasladen los nutrientes a la mazorca por lo que no crece y no produce granos. Otro problema es que al ser una plaga nueva no hay soluciones registradas.

Los entes que se encargan de investigar y divulgar las herramientas están intentando desarrollar variedades de maíz que sean tolerantes al virus, también productos que controlen la plaga y recomiendan no dejar lotes de maíz sin cosechar ya que esto facilita su propagación: “Limpiar el lote es un problema cuando la producción no ha sido rentable por las pérdidas y este proceso se ve afectado por falta de fondos”, dijo el Ingeniero.

El experto indicó que las próximas campañas no son alentadoras, ya que no hay material genético para cultivar: “Con lo que nos vamos a tener que manejar es con el clima y con fechas concretas para las cosechas, para hacer la ventana del invierno lo más amplia posible sin maíz. En definitiva, vamos a tener que aprender a vivir con esta plaga”.